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Fuente: La Primera, Lima 18/09/08
http://www.diariolaprimeraperu.com/online/noticia.php?IDnoticia=23728
Óscar Coello ha publicado: Los orígenes de la novela castellana en el Perú: La toma del Cuzco (1539). Habla un miembro de la Academia Peruana de la Lengua.
–¿A qué genero literario pertenece este libro?
–La toma del Cuzco reúne todos los rasgos distintivos de lo que hoy se entiende por novela. Es una historia de hechos acaecidos (como La guerra y la Paz), pero debido al estilo del escritor se transforma en una narración de las aventuras de protagonistas inmersos problemáticamente en un trasunto de realidad, mediante un discurso coherente que, sin duda, produce un efecto estético en el lector. Y, como en El Lazarillo de Tormes, obra también del siglo XVI, el narrador juega con la segunda persona.
–¿Cuál es el parentesco con Los Comentarios Reales?
–Ambas son obras de ficción. Cuando un narrador manipula los hechos que cuenta, pone en boca de los personajes discursos ficcionales, acerca o aleja los hechos, de modo que los captemos coloreados por una valoración ética, artística, social o cultural, etc., estamos ya en el mundo de la literatura, y es improbable el retorno.
–¿En qué se diferencia del Quijote de la Mancha?
–Las novelas de caballerías no son historias, como en La toma del Cuzco, sino altamente fantasiosos (sin que esto quiera decir que escapen totalmente a la ley de la realidad). Nuestra novela peruana se parece más a la épica del Medioevo castellano, como El cantar de Mío Cid. Sus personajes han estado en la realidad comprobable, pero el narrador los ha trasladado a la ficción. Todos los héroes de La toma del Cuzco han vivido en los Andes peruanos del siglo XVI, pero la pluma de Diego de Silva los convierte en seres intemporales.
–¿Es acaso una fuente histórica?
–La tomaría con reservas como fuente histórica. Es una visión parcial de los acontecimientos. Se cuenta, por ejemplo, cómo dos soldados cristianos derrotan a dos mil indios o se narra cómo los soldados almagristas usan corazas de plata doblada del Perú para ir a una batalla contra el héroe.
–¿Cahuide existió?
–Todos los personajes que aparecen en esta novela proceden de la realidad. El copista español escribe Cayuide, pero hay una corrección que puede dar Cauide o Callide. La escena donde aparece en la novela es bellísima.
–¿Es la primera visión de los vencidos?
–Es difícil el deslinde. En esta novela hay incas que entran al trabajo político y militar en alianza con españoles, y participan del happy end de la novela. Y también hay españoles, como Almagro, que pierden la cabeza.
–¿Por qué no actualizó el texto original?
–Junto a la transcripción fiel del códice, propongo una versión modernizada; aunque no totalmente, para tratar de conservar el sabor del castellano del siglo XVI.
–¿Qué valores tiene La toma del Cuzco?
–Muchos. Este texto y otro de Diego de Silva, El poema del descubrimiento del Perú, de 1538, son el pórtico artístico de las letras peruanas.
Detalle
Óscar Coello incluye una versión del manuscrito de Diego de Silva Guzmán “La toma del Cuzco” (1539), texto que obra en la Biblioteca Nacional de España.