Por Giancarlo Stagnaro
Fuente: El Peruano, Lima 29/01/08
De un tiempo a esta parte, la imagen sobre la Independencia y sus figuras principales –precursores y próceres– ha venido cambiando paulatinamente. Tal es el caso de lo que ocurre con Simón Bolívar (1783-1830), el libertador de origen venezolano, que en los últimos tiempos ha recibido más de una severa crítica en relación con su actitud hacia el Perú, país que gobernó entre 1823 y 1827.
El nuevo libro del embajador del Perú en Sudáfrica, Félix Calderón, sigue en esa línea: Descodificando la creación de Bolivia, tercer tomo de Las veleidades autocráticas de Simón Bolívar. Como su nombre lo indica, el embajador Calderón intenta develar las motivaciones del libertador en nuestro país. “A Bolívar no lo veo como el guerrero o el caudillo, sino como el político que hace de la política un espectáculo. Tiene designios geopolíticos muy claros, que consisten en desplazar el centro de poder que estaba en el Perú hacia el norte, la Gran Colombia (fusión de Venezuela, Nueva Granada y la Audiencia de Quito)”, sostiene Calderón.
Cuando se habla de desplazamiento de poder –refiere Calderón–, esto se concreta a través de la creación de “Estados tampón”. Dicha acción, en opinión del autor, “supone separar el Alto Perú, en primer lugar, y luego dividir al Perú en dos Estados más”. Bolivia fue creada finalmente en 1825.
Vacío y ambición
Calderón recuerda que entre 1824 y 1825 se produce una corriente de opinión en el Alto Perú para ser parte del Perú, a condición de que la capital sea Cusco. Sin embargo, la poca visión de la clase política de entonces impidió esta unificación. “Cuando se produce la invasión de las fuerzas patriotas, la burocracia del Perú metropolitano o bien muere, o bien fuga a España o bien es marginada. Se tuvo que reemplazar especialistas con abogados y médicos. El Perú se desarma como Estado, con improvisados y sin dirigencia. Ese vacío de poder lo ocupan los ambiciosos.”
Bolívar llega al Perú con la intención de fortalecer lo que se llama la Gran Colombia, con lo cual dominaba el Caribe y el Pacífico. “El Perú –según Bolívar– era un obstáculo al poderío que reclamaba, dado que había sido el centro del poder colonial. Para eso había que dividirlo.”
Sin embargo, los problemas internos debilitaron sus intenciones. “Él nunca entendió que estos territorios de la América hispana no eran como Estados Unidos. Mientras las colonias de origen británico se independizan porque consideran los impuestos una suerte de parasitismo, acá las sociedades se van formando en forma distinta y viven de sus propios intereses.”
Datos
80% del libro de Calderón se basa en las cartas del propio Bolívar.
Se presentó la semana pasada en un evento organizado por la Cátedra Mariátegui y la Universidad Ricardo Palma.
Para el diplomático, la herencia de Bolívar derivó en los problemas limítrofes con Ecuador, Colombia y Bolivia.
La situación caótica, luego de la independencia, explica la aparición del primer militarismo, “que son quienes reemplazan a Bolívar y quieren imitarlo: La Mar, Gutiérrez de la Fuente, Gamarra y Santa Cruz”.
Calderón indica que es imperativo revisar la historia. “Si la verdadera historia no está a flote, se encubren hechos y realidades, entonces tenemos un problema de identidad nacional.
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