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Fuente: La Primera, Lima 02/08/07
http://www.laprimeraperu.com/noticia.php?IDnoticia=1516
Rosa Contreras presenta personajes míticos en la literatura norteña.
–¿Pediste permiso a los brujos?
–Sí, invoqué la presencia del espíritu de San Pedro, un cactus de siete lados, también al abuelo del curandero, se llama Faustino Silva Zurita. Él mandó a decir misas y a quienes asistimos nos invitó todo cuanto le gustaba en vida.
–¿Cuánto de magia usas?
–Todo es mágico. Narro cómo los espíritus hablan a curanderos y brujos, curan por intermedio de ellos. Utilizan el poder de las yerbas medicinales, del espíritu de los cerros, ríos y metales, entran en conjunción cuando se les invoca.
–¿Cuál es la historia central?
–El relato es una experiencia personal. Me vi afectada por una enfermedad que me postró totalmente. No podía caminar, caí en una honda depresión, acudí a los médicos y nada. Entonces, opté por otra vía, el curanderismo. Me hicieron daño y me sometí a una sanación. El libro retrata el mundo mágico de la medicina tradicional del norte del Perú.
–¿Un curandero es distinto a un brujo?
–Ambos son brujos. Depende de quién utiliza el poder de las yerbas para hacer el bien o el mal. El curandero utiliza el bien, la magia blanca para curar. El brujo utiliza el mal, la magia negra para hacer daño.
–¿Cuál es el aporte de este libro a la literatura peruana?
–La presencia de la medicina tradicional y el poder de los espíritus de la naturaleza. Los curanderos tienen poderes sobrenaturales que heredan de sus ancestros. En el mundo hay dos poderes: el bien y el mal.
Dato
Rosa Contreras (Cajabamba) con su libro Madrugadas entre brujos y curanderos, se consolida como una nueva narradora.