Por Maritza Sáinz Palop
Fuente: La República, Lima 27 de octubre de 2013
http://www.larepublica.pe/27-10-2013/wallallo-volver-a-las-raices
Carlos Villanes Cairo. Escritor peruano radicado hace 30 años en Madrid, acaba de publicar El rubio hijo de Wallallo, un libro de cuentos que desanda los años de violencia subversiva.
Hace 30 años, el escritor Carlos Villanes Cairo se despedía de Perú, desde una nota publicada en el Suplemento Cultural de La Crónica de Lima, que dirigía don Augusto Tamayo Vargas, explicando que se iba “para leer, escribir y aprender”. Era decano de la Facultad de Educación y Humanidades de la Universidad Nacional del Centro y había publicado seis libros, tres de ellos de narrativa corta.
Desde entonces vive en Madrid, dedicado a la literatura. Podemos decir que ha cumplido con creces su proyecto. Las editoriales Espasa, Planeta, Cátedra, Anaya, Akal, De la Torre, SM, Edebé y Edelvives le han publicado 34 libros, algunos premiados y traducidos a varias lenguas.
Ha leído centenares de obras que califica y comenta en El Mundo, Delibros y Cuadernos Hispanoamericanos en España y La República, y Solo 4 de Perú. Sin vacilaciones también “ha aprendido”. Obtuvo, entre otras cosas, el doctorado en Filología Hispánica por la Complutense .
Con motivo de la presentación de su última novela, El saqueo de Machu Picchu, declaró al “Ojo crítico” de Radio Nacional de España que después de recorrer muchos escenarios con sus novelas: “ha llegado el momento de volver a las raíces, de retomar al Perú entrañable como eje de mi tarea creativa”.
Fruto de tal empeño es la novela mencionada y el libro de cuentos que ha publicado en su país, El rubio hijo de Wallallo (Acerva, Huancayo, 135 pp.), donde aflora con sutileza cristalina su lenguaje fino, la estructura casi matemática de sus relatos, el gran conocimiento del hombre mestizo y campesino del valle del Mantaro. Con escenarios citadinos y aspirantes a los de gran ciudad como se ha convertido Huancayo. En tiempo breve, de 80 mil habitantes pasó a tener más de 600 mil.
Sin embargo, los relatos de Villanes Cairo se ubican entre las décadas del 60 y 70 del siglo XX, en los que la inhumana confrontación de Sendero Luminoso y el Ejército todavía no mostraba sus escarpias tenebrosas, aunque en el cuento “La fiesta” hay un cotejo premonitorio entre universitarios pro maoístas, pro soviéticos y pro cubanos por la fiesta de promoción que termina patrocinada por el Sinamos, una institución vertical instaurada por el gobierno golpista de Velasco Alvarado. A la par, en “La espera”, preexiste un anticipo de los desfiles dominicales, con un monólogo de aire socarrón y pícaro de un campesino educado en la ciudad.
El humor es un elemento latente en estos cuentos. La imposición policial de un agricultor a que un turista limeño le pague toda la cosecha porque lo ha sorprendido robando 5 alcachofas en “Los allegados de la conquista”; la confusión que origina en un hospital el cambió de una muestra de orina por cerveza, y la acusación a una monja de estar embarazada; la apelación al mito de la “mipa”, por el parecido físico de un recién nacido con un animal o un compadre que resulta ser el verdadero responsable de la paternidad solapada.
También emergen correlatos hierofánicos, extraídos de la oralidad tradicional, como la historia que da el nombre al volumen: un dios enamorado pugna con su hijo por el amor de una doncella coqueta; o cuando los toros encantados, en la fiesta del Santiago, invaden los corrales y empreñan a todas las vacas. El lado trágico aparece en “El castigo de Cani Cruz”, una cruz de piedra muy venerada, con una hornacina donde se debe rogar, con 7 velas encendidas al revés, el correctivo para un enemigo, “y siempre muere, porque cumple”.
Un libro apasionante, y mucho más si los lectores desconocen el universo maravilloso del país de los incas, tan lleno de bondades y de misterios. Finalmente, el esperado anuncio de Villanes Cairo, su novela El traidor, de temática peruana, saldrá para la Feria del Libro de Madrid, en mayo de 2014.
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