Albatros y la sombra del sátrapa

Por Carlos Villanes Cairo
Fuente: La República, Lima 14 de julio de 2013
http://www.larepublica.pe/14-07-2013/albatros-y-la-sombra-del-satrapa

José Luis torres vitolas. El escritor intenta recrear a través de una novela los tiempos negros del fujimorismo.

Se le veía venir. Sus dos primeros libros presagiaban a un autor interesante, muy preocupado por las innovaciones formales y dispuesto a romper moldes. Ahora con Albatros, su primera novela, ganadora del premio Alfons el Magnànim, en España, José Luis Torres Vitolas (Lima, 1971) continúa su prometedora carrera en un ambiente literario ancho, pero generalmente ajeno para los inmigrantes.

Y una vez más, como en los casos de Alarcón, Cueto, Benavides, Roncagliolo, Pita o Iwasaki,  es la sombra de la dictadura política la que continúa alargándose para dar premios y relevancia a escritores peruanos, casi todos en el exilio voluntario.

Se tiene preferencia por el desgraciado y nefasto fujimorismo para recrear los sucesos. Sin embargo, el reo Alberto Fujimori aparece siempre solo como un referente, como la sombra del sátrapa del siglo XX, en un gobierno sacudido por una guerra salvaje, con la que se puede tejer cientos de historias y decenas de novelas.

La ausencia de Fujimori es interpretada como la falta de implicación directa en el tema, el recelo de su actividad proselitista que se mueve entre bambalinas desde la suntuosa prisión donde vive o la falsa cautela de “que puede volver”, puesto que ya tiene a una hija convertida en pintoresca “lideresa” y a un desnortado hijo como el más notable metepatas del Congreso de la República.

Pese a la ambición de Albatros, Fujimori en la novela es una sombra que se alarga hasta Ginebra, a la trastienda de una librería homónima, fundada por un peruano, drogadicto en su juventud, pero ahora recuperado por la difusión de libros y  su acogida generosa a escritores y otras almas dispersas, también huidas del Perú.

Veinte años después de la violencia de Sendero y los militares, y la desgracia de un país entero, Sergio Castillo –un ex capitán del ejército y un subalterno de alias “Cucaracha”– se reúne en el Albatros con peruanos para conversar entre cervezas, recordar su activa participación en un comando armado fujimorista y de sus bestiales asesinatos, autojustificándose sin remordimientos: “¿Me oyen?” –dice a sus cómplices: “¡Somos los últimos románticos del Ejército!” (p. 75). Durante la conversación, que se prolonga a lo largo de la novela, se intercalan seis historias al parecer dispersas y diferentes, pero que resultan ser, todas, los hilos de la misma madeja.

Torres Vitolas maneja con destreza y desenvoltura la complicada trama, valiéndose de técnicas formales y conceptuales, a través de cinco capítulos y siete subcapítulos concordantes, cada uno, con su anécdota particular y la estrategia formal diferente; algunos de una sola página que mantienen en suspenso al lector por lo intrincada que resulta la historia por las fracturas de tiempo, espacio y superposición de diálogos, sujetos a los diversos tonos de coloquialidad lingüística. O la interposición de los versos de una poética canción andina, “Un pasajero en tu camino”, entretejida durante toda la crónica del desventurado Jacinto.

Aun así, el lector no se pierde en la jugosa maraña, queda sorprendido y hasta deslumbrado por la imbricación final de las seis historias, lo que se trasunta en el gran acierto y la revelación de la excelente disposición del novelista para futuras obras, además de su juventud y manifiesto compromiso con la literatura.

José Luis Torres Vitolas es ingeniero industrial por la Universidad Católica de Lima. Dejó la ciencia por un magíster en Literatura Hispanoamericana. Vive en Madrid vinculado al mundo editorial. Ha publicado: L (Ginebra, 2010), El sapito (Lima, 2009), 5:37 (Sevilla, 2008) y 15 novelas breves en la Colección Héroes y Personajes (Lima, 2003). Ha recibido premios por sus ensayos, relatos y cómics, y fue finalista del V Premio Iberoamericano de las Cortes de Cádiz.