Por Omar Robles Torre
Fuente: 27 de diciembre de 2011
http://literaturahuaracina.blogspot.com/2011/12/el-nuevo-periodismo-en-rosas-para.html
La discusión, el análisis, la polémica y el enfrentamiento que ha generado el libro Rosas para Haydée (2011) de Ludovico Cáceres Flor, dentro del ambiente cultural huaracino, me ha motivado a escribir el presente artículo que lo reconoce dentro del género de la narrativa de no ficción o del llamado nuevo periodismo. Los análisis de los literatos huaracinos acerca del libro no han podido enmarcar el texto dentro de esta corriente periodística nacida en los años 1960 en Estados Unidos, surgida a raíz de la publicación del libro A sangre fría de Truman Capote, novela de no ficción donde se combinan elemento literarios con otros propios de la investigación periodística.
Muchos bisoños periodistas y literatos creen que el periodismo sólo comprende la nota informativa, la entrevista y llega hasta el reportaje; después de eso, todo es literatura. Falso de toda falsedad. El periodismo ha crecido y se ha nutrido de talentosos aportes que han transcendido desde el llamado nuevo periodismo de Tom Wolfe, que se alimentó exclusivamente de la literatura en los años 60, seguido de Hunter Thompson, que fundó el periodismo gonzo, un estilo de reportaje (sub-género del nuevo periodismo) que plantea un abordaje directo del objeto (la noticia), llegando hasta el punto de influir en ésta y convirtiendo al periodista en parte importante de la historia, en un actor más; pasando por el periodismo border de Cicco que, utilizando técnicas que no son del periodismo, busca contar los hechos desde varias miradas; y continuando en la actualidad con el auge de la crónica y sus múltiples matices, así como el boom de los perfiles y reseñas biográficas de personajes importantes. Todos estos, son sub géneros que todavía no son parte del conocimiento de nuestros docentes de la universidad huaracina, ni de la inteligencia periodística local, porque todavía persiste la visión desfasada y funcionalista del periodismo que cambiará cuando se construyan ciudades universitarias en los cerebros de sus autoridades.
Macedonio Villafán Broncano considera a Rosas para Haydée, en el prólogo del libro, como una nueva novela histórica, equiparándola a No preguntes quién ha muerto, de Marcos Yauri Montero. Su enfoque literario e histórico lo aleja de su condición básica, la periodística, como si ésta no existiera. Segundo Castro García manifiesta que es una novela y no es periodismo, porque utiliza la narración y el diálogo que son propios de la literatura, acotando que no existen diálogos en la crónica ni en el periodismo; así, debido a su poco conocimiento de las obras de no ficción, excluye completamente a este libro del periodismo. Vidal Guerrero Támara lo considera como un relato testimonial, cita algunos aportes del nuevo periodismo pero no logra profundizar y se pierde en el tema, ahondando en la discusión sin aclarar conceptos, elogiándola no por su técnica sino por el tema. (Segundo Castro y Vidal Guerrero en la presentación de la obra).
Considero que la obra de Ludovico Cáceres Flor no ha sido enfocada desde las corrientes periodísticas, ni ubicada dentro del actual panorama del periodismo moderno; al contrario, su visión desde la literatura ha generado polémicas encendidas, discusiones estériles, dañando la obra porque –desde el enfoque errado– es minimizada, no destacándose sus verdaderos atributos ni las contribuciones que brinda al periodismo huaracino y nacional.
Rosas para Haydée, me reafirmo, pertenece a la narrativa de no ficción o nuevo periodismo, por el siguiente motivo: se encuentra basada en investigaciones periodísticas sobre un hecho real, asumiendo una escritura que si bien no muestra una repetición de lo real, crea otra realidad con sucesos reales, orientada a buscar la verdad.
El nuevo periodismo tiene formas y estilos que el escritor norteamericano Tom Wolfe ha sabido recoger desde la experiencia para plantearnos aspectos teóricos que refuerzan mi posición sobre la obra de Ludovico Cáceres, y a los que debieron primero haberse ceñido nuestros críticos. Estas formas y estos estilos son:
A. Punto de vista de la tercera persona: en este recurso el narrador desaparece dejando hablar al protagonista del texto, presentando al lector cada escena a través de la mirada del personaje, mostrando sus particularidades y sensaciones.
B. Construcción escena por escena: se pretende realizar una reconstrucción del escenario de la historia, describiendo las acciones y caracterizando a los personajes.
C. Diálogo realista: en las citas textuales se incluyen modismos y jergas utilizados por el personaje en cuestión, con el fin de retratarlo de una manera más íntima.
D. Descripción significativa: en este punto se contemplan aspectos vinculados al entorno más cercano al personaje: miradas, hábitos, gestos, formas de vestir, comportamiento y modos de interacción: detalles simbólicos que permitan ilustrar el marco de cada escena.
Además de las estrategias introducidas por Wolfe, pueden enumerarse otros recursos que fueron largamente utilizados dentro del nuevo periodismo:
- Caracterización compuesta: esta técnica propone la utilización de un personaje ficticio como prototipo de una serie de personajes reales. Fue un recurso severamente criticado por diluir explícitamente la línea entre periodismo y ficción; sin embargo, ha sido fructífero en ciertos trabajos donde se pretendía preservar la identidad de las personas involucradas.
- Nuevo lenguaje periodístico: este recurso hace uso de los dotes de cada periodista, quienes usan su propio lenguaje para dar un tinte personalista a sus artículos. Algunos autores prefieren adoptar la forma de hablar de los protagonistas.
- Metaperiodismo: esta es una tendencia que se exige a sí misma dar pautas de su propia elaboración, con el objetivo de demostrar la veracidad de sus artículos, describiendo detalladamente los procesos de la investigación.
- Imágenes: la fuerza de la imagen es utilizada para lograr un mayor acercamiento emocional al lector. Las imágenes no se limitan a ser fotografías indiciales; también se utilizan repeticiones de palabras, ilustraciones y caricaturas, con el objetivo de lograr un impacto visual, apelando al mundo sensorial del lector.
Podemos nombrar otros recursos utilizados por esta corriente, tales como: la convención dramática, que tiene como objetivo narrar los hechos en la forma en que habían sucedido; los retratos y semblanzas, que incluyen el perfil psicológico y biográfico de los actores, y, por último, el estilo indirecto libre, donde el autor se introduce en el personaje y habla a través de él, expresando la fluctuación de un enunciador entre un punto de vista exterior y la adopción del punto de vista del personaje.
Conociendo el panorama del nuevo periodismo, Rosas para Haydée es un relato desde el punto de vista de un narrador que va contando los hechos de la historia de manera cronológica, dividiéndolos en seis capítulos y un epílogo. Cáceres Flor no traiciona su espíritu periodístico, quiere que conozcamos el inicio y el fin del hecho, no esconde nada, no ficciona sino que busca que el lector conozca toda la historia, se entere de los pormenores; y para demostrarnos que no nos ha mentido, ofrece en la solapa del libro los recortes periodísticos de la época y la fotografía de Haydée. ¿Qué más referencias para estar delante de una obra periodística hecha por un periodista?
Rosas para Haydée no es un texto literariamente estricto porque la literatura se encuentra generalmente en un mundo de ficción, donde todo es posible, mientras que el hecho que nos ofrece Cáceres Flor está cimentado en las noticias del día a día, de un registro periodístico. En cambio en la literatura se suelen inventar personajes, lugares y acciones, transformando el mundo según su visión. Cáceres, si hubiera querido hacer literatura, nos podría haber presentado sólo un fragmento de la historia de Haydee Suárez y del doctor Osorio, recreando otras escenas, tal vez haciendo que la historia tenga un final feliz; pero no, como es un texto periodístico, se sujeta a los datos, fechas, lugares y tiempo.
Las características más importantes de los textos del nuevo periodismo se encuentran en temas relacionados a hechos policiales como A sangre fría de Truman Capote y Noticia de un Secuestro de García Márquez y en el Perú El Caso Banchero de Guillermo Thorndike . De igual manera, Rosas para Haydee no escapa de tales características, por lo que podemos desprender que los hechos policiales son mejor narrados desde el periodismo que desde la literatura.
Con fecha octubre del 2011 el autor nos presenta la segunda edición del libro con un texto en la contraportada del escritor Oscar Colchado Lucio, que destaca el rescate de la historia con un argumento sólido, verosímil y muy interesante, esperamos que más aportes a la obra se sumen para seguir abriendo el debate y la discusión.
Cáceres Flor se suma, con su obra, a la lista de periodistas que ofrecen su trabajo de investigación de manera recreada en una historia interesante y amena. Esperamos que esta puerta abierta del nuevo periodismo en la ciudad de Huaraz sea un ejemplo para otros escribas y nos ofrezcan la recreación de algún tema que surja del interior de nuestra terrible y amoral sociedad.