Carlos Germán Belli
La trayectoria del verso La trayectoria del verso

Por Diana Gonzales Obando
Fuente: El Comercio, Lima 16 de octubre del 2011
http://elcomercio.pe/impresa/notas/trayectoria-verso/20111016/1318542

"¡Oh Hada Cibernética!, ya líbranos/ con tu eléctrico seso y casto antídoto, / de los oficios hórridos humanos, / que son como tizones infernales”, cantan algunos versos del poemario publicado en 1961 que celebra medio siglo de vigencia.

¿Cómo se gestó “¡Oh Hada Cibernética!”?
La tengo muy presente. Era servidor público en el Senado y traductor en agencias noticiosas. Por esos días, leí que en Londres se estaba iniciando la revolución tecnológica a través de la cibernética. Traté de enterarme en qué consistía esta revolución en los centros laborales de los ingleses. Ahí se me prendió esta idea poética del hada cibernética, que es un ser espiritual, sobrenatural, y también una realidad física, visible del mundo.

¿Y cómo lo percibe 50 años después?
Creo que igual. Estuve leyendo los poemas que quedaron inéditos de esa época, que no incorporé al libro, y los noto igual, pero con las estructuras más vinculadas a la tradición antigua. Ahora escribo con menos apego a esa tradición. Lo percibo con el mismo cariño con que lo escribí.

¿Cómo mira un poeta el mundo?
A la luz de mi experiencia –estando siempre en diálogo con mi reino interior–, seguramente es más sensible que el resto de las personas, pero en el fondo no es nada especial. En todos hay esa sensibilidad, pero está dormida.

¿Algún poeta de su generación no ha sido debidamente valorado?
Demetrio Quiroz Malca está olvidado. Yo lo tengo presente siempre.

Era de Cajamarca y radicaba en Lima. No tiene la nombradía de los del cincuenta y seguramente con el tiempo va a ser revalorado.

Los de mi generación son residentes en Lima, pero de origen diverso.

Washington era cusqueño; Romualdo, trujillano; Arturo Corcuera, que es un hombre que está entre las generaciones del 50 y 60, también trujillano. Pero, todos vinculados con Lima. No se piensa en el resto de escritores que viven en el país.

¿Se podrá cambiar esa mirada?
Me da la impresión de que ahora hay una descentralización cultural. En Arequipa noté una promoción de escritores que están presentes y en actividad.

Y es un lugar de grandes exponentes, como Reynoso, Vargas Llosa e Hidalgo.
Una gran tradición que viene de Melgar. También, están José Ruiz Rosas, poeta limeño que toda su vida ha estado en Arequipa, y su hijo Alonso; César Atahualpa Rodríguez, etc. Hay una tradición vigorosa en Arequipa como en Trujillo. En Puno, también; ellos miraban hacia Buenos Aires y fue donde se gestó el movimiento de vanguardia Orkopata.

¿Cómo veía su generación el sur?
Pujante literariamente. Con poetas importantes de Arequipa o Puno, que se incorporaban al tráfago limeño; aunque en el caso de Hidalgo, en lugar de venir a Lima, se fue a radicar a Buenos Aires,y así sucedió con poetas puneños como Gamaliel Churata, quien radicó en Bolivia.

¿Cuáles son sus referentes literarios?
“Azul” de Rubén Darío fue uno de los primeros libros que leí. Han servido para mí las estrofas de Petrarca: las trato de imitar y me sirven de estímulo para la escritura. Entre los peruanos, Eguren me ha servido como influencia tanto en su obra como su vida. Leo a Westphalen y a Adán. No me acerco a Vallejo hace muchos años. Hay como cierto temor por su influencia. De mi relación con Vallejo, debo destacar que fui amigo de Georgette. Guardo un grato recuerdo sobre lo que dijo de mis hijas: que una era Oriente y otra Occidente, refiriéndose a su tipo, una parece italiana y la otra hindú.

Se tiende a enfrentar a Eguren y Vallejo…
Es cierto. Los tratan de enfrentar. Yo nunca los he enfrentado. Me he quedado con Eguren por dos razones: la vida y la obra. Algunos poemas son redondos, pero sin poner en tela de juicio a Vallejo: sería absurdo.

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