Tom Zuidema
La ópera magna de Tom Zuidema

Por Rubén Yaranga M.
Fuente: Variedades Año 104, 3a etapa. Nº 231
Semanario del Diario Oficial El Peruano, Lima 27 de julio de 2011
http://www.elperuano.pe/Edicion/variedades.aspx

Cincuenta años ha necesitado el peruanista holandés Tom Zuidema para desentrañar uno de los secretos de la cultura inca. El calendario inca.
Tiempo y espacio en la organización ritual del Cuzco. La idea del pasado es la evidencia de este concienzudo y fundamental trabajo.

Aparece colgado en las paredes de las casas. Presenta diferentes figuras, paisajes variados, escenas campestres, escenas familiares, vírgenes, santos, imágenes de Jesús y de cristos crucificados. Temas profanos y religiosos les dan vistosidad y capturan la atención de los ojos. Son infaltables porque nos mantienen al tanto del paso del tiempo, que transcurre volando para algunos y lenta como la caída de una pluma para otros. Onomásticos de santos y feriados vestidos de rojo se dan cita allí. Algo tan simple que se sintetiza en doce páginas y que ha tenido el interés de las antiguas civilizaciones.

Estas culturas han sabido explicar los enigmas del tiempo y para desentrañarlas han puesto a prueba su capacidad de observación. Nada escapó a la curiosidad del hombre antiguo y siempre le buscó una explicación a lo que los dioses habían creado. Todo reto era asumido, y uno de ellos fue el tiempo y sus fenómenos. Estas explicaciones son los llamados calendarios, enigmas que hoy apasionan a los científicos sociales del mundo.

El antiguo Egipto tuvo uno, las culturas maya y azteca también se dedicaron a la gratificante tarea de elaborar uno para conocer sobre los secretos del tiempo. El antiguo Perú no se rezagó y los incas crearon su calendario, original por donde se le mire y que inquietó a los cronistas españoles y trascendió hasta la actualidad.  Esta inquietud de hoy se personifica en uno de los más entusiastas estudiosos de la cultura inca, el antropólogo holandés Tom Zuidema.

El tiempo pasa y no hay plazo que no se cumpla, eso lo sabe Tom Zuidema y no lo ha perdido. Dice la letra del tango que veinte no es nada, pero cincuenta, sí, ese es el tiempo que se tomó para sacar a la luz todo lo investigado en un robusto libro.

El viernes 10 de junio, el Museo de la Nación fue el escenario para la presentación de El calendario inca. Tiempo y espacio en la organización ritual del Cuzco. La idea del pasado, libro del profesor Tom Zuidema. Estuvieron para hablar del libro el presidente del Congreso, César Zumaeta Flores, y el ministro de Cultura, Juan Ossio; además de los historiadores Marco Curatola y Manuel Burga.

En su oportunidad, el congresista César Zumaeta tuvo palabras de elogio para la obra de Zudeima, al afirmar que se "celebra la aparición de uno de los importantes aportes al conocimiento de la forma social, la organización ritual, el dominio destiempo, la idea del pasado. Tom Zuidema, después de 50 años, logró descifrar el calendario inca como registro del tiempo y la memoria en la genialidad mística de los adoratorios del Cuzco y de los valles circundantes".

A su vez, el ministro de Cultura opinó que el trabajo del antropólogo holandés revela los secretos del calendario inca. Y que lo realizado constituye una muestra profunda del amor que le profesa al Perú.

Estas palabras de encomio, que no hacen más que reconocer el esfuerzo intelectual desplegado, tuvieron el agradecimiento de Zuidema, quien además sostuvo que el calendario inca es el más original de su tiempo.
Algo lógico y basado en lo simple. Un calendario actual, pero con la visión de los incas.

La idea del pasado es el esfuerzo en común del Fondo Editorial del Congreso del Perú y el Fondo Editorial de la Pontificia Universidad Católica del Perú. Un robusto libro de 906 páginas sirve para desentrañar los secretos que encerraba el calendario inca, trabajo en el que Tom Zuidema se dedicó con ahínco a leer e interpretar lo escrito por los cronistas españoles anteriores al gobierno del virrey Francisco de Toledo: Bernabé Cobo, Polo de Ondegardo y Juan de Betanzos. Es en estos cronistas en los que el autor se centra, por ser los que escribieron sobre la historia del Imperio incaico para acumular conocimiento y poder tener una idea aproximada de lo que fue la vida en esa antigua cultura. De algo tan simple como un quipu se puede aclarar lo complejo, y eso es lo que se fundamenta paso a paso en las páginas del libro: la medición del tiempo por los incas. El calendario constaba de doce meses, y cada mes tenía treinta días. Las semanas del mes eran tres, de diez días cada una. El año constaba de 360 días. La observación de los astros del día y de la noche, el Sol y la Luna, establecía el calendario. Los nombres de los meses se establecían de acuerdo con la actividad agrícola. Orden, observación y sabiduría, ese debió ser el lema de los incas para que el calendario fuera una prueba de su sabiduría.

Es verdad, Tom Zuidema ha dedicado su vida al estudio de la cultura inca, y nadie con más autoridad para decirlo que el ministro Juan Ossio: "Desde que llegó en 1953, el profesor Zuidema no ha dejado de trabajar para hallar la mejor interpretación de la organización social".

El calendario inca... es un libro muy útil porque nos permitirá llegar a una mejor interpretación de la organización social, cultural y económica de esta cultura. El sacrificio de las fotos en aras del texto dice que lo que hay que leer es interesante y vasto.

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