Monólogo del cuerpo

Por Carlos M. Sotomayor
Fuente: Correo, Lima 06/05/09
http://www.correoperu.com.pe/correo/nota.php?txtEdi_id=4&txtSecci_parent=0&txtSecci_id=82&txtNota_id=50586

Publicada originalmente hace nueve años bajo el sello español de Seix Barral, El último cuerpo de Úrsula confirma su vigencia literaria con una reedición peruana gracias a SiC libros. Patricia de Souza se encuentra de paso por Lima y nos habla de esta novela intensa y reflexiva.

Correo: ¿Qué recuerdas del proceso de escritura de El último cuerpo de Úrsula?
Patricia de Souza: Es una novela escrita rápido, porque generalmente me demoro más. Fue escrita casi de un tirón; y digo casi pues siempre hay un trabajo de reescritura, de corrección, que es lento. Pero sí siento que es una novela escrita sin pensar demasiado. Claro, sabiendo el sentido de lo que estoy diciendo, pero hay un gran sentido de la música del texto, cosa que no siempre logras. Por eso está en primera persona. Un poco entre la confesión y el monólogo. Tiene un tono bien íntimo.

C: ¿Qué significa para ti reeditar esta novela?
PDS: Es extraño reeditar un libro, porque la segunda lectura siempre arroja cosas nuevas. Pero es importante porque es el primero que se reedita acá en Perú. La edición anterior (de Seix Barral) era cara y llegaron pocos ejemplares a Lima. Y es importante que la puedan leer lectores más jóvenes.

C: La inmovilidad forzada de la protagonista la lleva a enfrentarse consigo misma, a reflexionar sobre su identidad...
PDS: Exacto. En realidad, la enfermedad es muy productiva en la creación. Mira los grandes enfermos que han escrito: Proust, Séneca, Petrarca, Rilke, Mansfield, Wolfe. Entonces, la enfermedad permite una observación mucho más definida sobre las cosas. Y en este caso es la parálisis la que produce una movilidad en el pensamiento.

C: Y hay una reflexión en torno al cuerpo.
PDS: El cuerpo mercantil, el cuerpo alienado, los modelos que te impone la sociedad. Toda esta plusvalía del cuerpo que, creo, padece más la mujer que el hombre. Es mucho más brutal en el caso de la mujer.

C: Además, es muy severa consigo misma.
PDS: No muestra todas las debilidades de los otros, sino las suyas. Y es a través de ella que llega a los otros. Es mucho más severa consigo misma que con los demás. Ahora, el personaje de Úrsula se resiste a una castración mental, por eso lo más importante para ella es la palabra, el discurso. Porque habla y nunca se calla. Y eso es lo que puede sucederle a cualquier mujer en una sociedad como ésta.

C: Hay una frase en la novela que dice: "El final empieza con la ausencia del placer".
PDS: Claro, es un libro no sólo libertario sino libertino, porque ella no escatima ni esconde nada, es muy directa. Y claro, es un poco el elogio del placer, de lo sensorial. Y cuando ella dice estar separada de sus deseos, es como estar muerta en vida. Y es más, creo que ahora casi nadie sabe dónde está su deseo, porque hay un bombardeo tan constante sobre lo que tú debes desear, que tu deseo queda finalmente encarpetado.