Por Jerson Pérez López
Fuente: http://www.expreso.com.pe/edicion/index.php?option=com_content&task=view&id=28342&Itemid=37
El sello Punto de Lectura ha publicado “Cuentos del Ande y la neblina 1964-2008”, compendio de los mejores cuentos del autor de “País de Jauja”.
–¿Qué significado le atribuye a “Cuentos del Ande y la neblina”?
El libro posee un significado bastante personal e íntimo, tanto que solo faltó incluir en el total un cuento que escribí para una revista mientras cursaba cuarto de secundaria.
En aquel relato abordé la historia de un personaje misterioso dentro de un hecho también misterioso.
–Ya que menciona ello, ¿qué razón de ser tienen los enigmas dentro de su obra?
Son componentes de las creaciones con elevado carácter poético. En ciertas partes de un texto encajan muy bien y, por ejemplo, los escritores preferimos a veces no colocar a la vista una solución en el final del cuento. Por eso lo enigmático justifica su presencia.
–Muchos de sus personajes aparecen imponentes y, finalmente, se esfuman sin poder conocer más de ellos. ¿Qué me podría decir al respecto?
Que sencillamente a estos personajes los concebí de ese modo y no sabría explicar el porqué con exactitud, aunque reconozco que, en vista del tono lírico presente en la mayor parte del libro, este hecho representa toda la atmósfera que se desencadena en la impresión final que he deseado producir en el lector. El limbo de misterio, no obstante, hace que ellos tengan apariencia realista.
–Y algunos de ellos gustan de la música y la danza. Tocan instrumentos y bailan en las festividades… Usted debe sentir apego también por estas artes.
Por supuesto. Cuando era adolescente cultivaba la música y quise dedicarme a ella. Es por tal motivo que en mis cuentos y novelas abordo el tema dentro de las ficciones. Lo mismo sucede con la danza. Por ejemplo, en Jauja, mi tierra natal, he bailado el tumbamonte, tipo de baile en el que se usa una máscara y que –por la miopía que tengo– me era complicado a veces llevar. (Risas).
–En alusión al título del libro y a su producción literaria, ¿cómo describiría a la costa y a la sierra dentro de sus historias?
La costa está representada por Lima, una ciudad de neblinas, ya sea vista desde los malecones o también esa neblina propia de los Barrios Altos, que me ayuda para evocar las casas antiguas de lo que fueron antes los barrios populares del centro. Sobre la sierra, te puedo señalar que coloco cierta predominancia en varios de mis textos y que procuro la fidelidad hacia las raíces andinas, una verosimilitud a través de sus componentes.
–Con respecto al cuento como género, ¿qué bondad puede poner por encima?
Los críticos y los escritores aprecian de él su brevedad expresiva. Benedetti decía que el cuento es un corte transversal en la realidad. Cortázar, a su vez, sostenía que el cuento ganaba por knock out. Yo creo que el cuento tiene la facultad de concentrar lo importante sin perjudicar lo que quiere transmitir. Si la novela es un proceso que aporta una visión amplia de la vida; el cuento nos entrega una visión concentrada.
–Como usted afirmaba, sus cuentos tienen una carga lírica, ¿cuál es su relación con la poesía?
Admiro mucho este género y a poetas como Vallejo, Eguren, Adán y Washington Delgado. Si de publicaciones mías hablamos, saqué un pequeño libro de poemas, pero lo repartí solo entre familiares y amigos. Por otro lado, he tratado y trato de verter esa tónica lírica a mi narrativa.
–Usted escribe directo en la computadora…
Sí, eso me ayuda mucho ya que resulta más fácil y rápido avanzar una obra. Mi primera novela (“País de Jauja”) la concebí por computadora, entre los años 1991 y 1993. Recuerdo que durante los ochenta dejé novelas inconclusas, todas ellas escritas a máquina, lo que me dificultaba la labor. Con la computadora puedes ser más preciso, pulir el lenguaje e ir de manera más rauda. Pensar que Cervantes escribía con pluma de ganso.
–Hace algún tiempo atrás, se suscitó un debate entre escritores costeños y andinos, ¿recuerda ese incidente?
Lo recuerdo aunque no tuve participación directa en él. Creo, eso sí, que hay cierto abandono hacia la literatura proveniente de las provincias y en ese aspecto hubo razón para el reclamo. Ahora, debemos saber que en provincias hay mucha inquietud en cuanto a creación literaria, se realizan concursos y reuniones a menudo. Existe una dinámica.