Entrevista a Oswaldo Reynoso
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Fuente: Correo, Lima 10/05/09
http://www.correoperu.com.pe/correo/nota.php?txtEdi_id=4&txtSecci_parent=0&txtSecci_id=82&txtNota_id=53050
Oswaldo Reynoso no se cansa de señalar que él escribe para el Perú. Sin embargo, tampoco le desagrada la idea de que su obra sea conocida en otros países. En Buenos Aires, la editorial El andariego acaba de publicar una cuidada edición de En octubre no hay milagros y el interés que su obra ha despertado en la escena bonaerense le ha valido un auspicioso reportaje en el suplemento Radar del diario Página/12.
Correo: En octubre no hay milagros ha sido reeditada en Argentina. ¿Cómo toma esta publicación?
Oswaldo Reynoso: Yo siempre he dicho que publico libros. Y si a éstos les salen patitas, solitos caminan. Y en realidad, para mí fue una sorpresa recibir la llamada de un señor que me pidió autorización para publicar un libro mío. ¿Cómo llegó el libro a él? No lo sé. Pero el libro solito caminó. Yo siempre he dicho que escribo para el Perú.
C: ¿Qué recuerda de le época en que escribió esta novela?
OR: La escribí después de Los inocentes. Cuando publiqué Los inocentes, la crítica se ensañó conmigo. No sólo con el libro sino conmigo. Pero como yo soy un escritor nato, de raza, seguí escribiendo. No me importó la crítica. Y ese es un consejo que quiero darles a los jóvenes: que no hagan caso a la crítica; si ellos tienen una verdadera vocación, no deberían dejarse apabullar por la crítica.
C: La novela generó algunas críticas duras, como la de José Miguel Oviedo...
OR: Sí, hubo algunos críticos de ese entonces que la atacaron. Algunos dijeron que su destino era la basura.
C: Sin embargo, otros, como Mario Vargas Llosa, alabaron sus méritos.
OR: Vargas Llosa dijo que el culpable de todo el escándalo que se generó en torno al libro no era el escritor, sino los escritores peruanos que habían acostumbrado a los lectores a dar una visión un poco almibarada de la realidad.
C: En este libro usted le añade un valor estético al lenguaje popular...
OR: Sí, aunque eso, como sabes, ya lo había hecho en Los inocentes. Y es que a mí me parece que un personaje, en una novela o en un cuento, debe caracterizarse no solamente por la descripción física, o por la ropa, sino fundamentalmente por su lenguaje. Y si los personajes pertenecen a las clases sociales populares, tienen que presentarse con ese lenguaje. Ahora sucede que hay una lingüista, la magíster Portillo, que ha hecho un trabajo muy interesante sobre las palabras que utilizo en Los inocentes, En octubre no hay milagros, El escarabajo y el hombre, y que ya han sido incorporadas a la Real Academia. Porque el lenguaje es propiedad de los usuarios.
C: Si bien en su obra se aprecia su particular concepción del mundo, también resalta su búsqueda estética...
OR: Italo Calvino decía que sobre un texto había que ver, primero, que esté bien escrito. Y si es un texto literario, agrego yo, debe tener un trabajo estético. En segundo lugar, ese escrito debe tener una adecuada estructura. Y en tercer lugar, lo que se dice debe ser interesante. Entonces, son tres elementos: el lenguaje, la estructura y el contenido de la ficción.
Travesía literaria
Luzbel (poesía, 1955), Los inocentes o Lima en rock (cuentos, 1961), En octubre no hay milagros (novela, 1966), El escarabajo y el hombre (novela, 1970), En busca de Aladino (novela, 1993), Los eunucos inmortales (novela, 1995), El goce de la piel (novela, 2005).