Por
Fuente: La Primera, Lima 04/04/08
http://diariolaprimeraperu.com/online/noticia.php?IDnoticia=13673
Francisco Huamantinco Cisneros, analiza a la Cantuta.
Francisco Huamantinco Cisneros (Ayacucho-Huamanga- 1943). Es profesor de educación secundaria y antropólogo social que ha publicado La Cantuta: grandezas y miserias. Un libro que sin duda suscitará un encendido debate.
-¿Cuáles son las grandezas y miserias de la Cantuta?
-Primero se analiza los logros en el siglo XX, después las miserias que son las menudencias, lo doméstico, las luchas internas que se dan al interior de la Universidad.
-¿Qué época abarca?
-Abarca de 1951 hasta el 2007. Trata del aspecto económico, social, académico y político. El balance desgraciadamente es negativo para la institución, significa que todos los estamentos, empleados, profesores, autoridades y estudiantes, tenemos que hacer esfuerzo por superar el presente.
-¿La Cantuta no ha cumplido sus fines?
-No, no hay que confundir el hecho de que la Universidad no haya cumplido sus fines por sus problemas internos. Los fines de la Universidad fue formar profesores para el país y lo hizo con eficiencia, especialmente en la época de Peñaloza. Con la Universidad este hecho desciende un tanto, se creía que con ella mejoraría el nivel académico, pero eso no se dio.
-¿A qué se debe ese hecho?
-Se debe a la calidad del estudiantado que se abre hacia sectores mucho más populares, el ingreso que se da a través de personas que no tienen una evidente vocación magisterial. También llegan personas que no habiendo ingresado a otras Universidades buscan una vacante.
-¿Qué plantea su libro para el futuro?
-Hemos hecho el análisis de la realidad, el planteamiento para el futuro corresponde a las autoridades y docentes reflexionar sobre los problemas que tenemos. La Universidad peruana está en crisis como todas las instituciones, es una crisis profunda y de larga data.
-Entonces, ¿qué hacer?
-Recuperar la filosofía de la Universidad, replantear sus objetivos, hacer una autocrítica del papel que cumplimos los docentes. Hacer que los estudiantes retomen la mística que tenían antes. Ahora el estudiante no lee, no analiza, no critica, no le interesa la crisis social ni destino común que tenemos. Se ha convertido en asistente de clases, que no es lo mismo a un estudiante con conciencia crítica, culto, analítico y comprometido con el destino del Perú.
Boletín semanal
