Por Carlos Villanes Cairo
Fuente: La República, Lima 29/10/11
http://www.larepublica.pe/29-10-2011/la-fauna-de-la-noche-de-sandro-bossio
Thriller en el que se interpolan épocas renacentistas con los años violentos de fujimori
Después de trabajar 12 años en este libro y darle al menos una decena de versiones, Sandro Bossio (Huancayo, 1970) nos entrega La fauna de la noche (San Marcos), y reverberando a Umberto Eco nos advierte: “Y a continuación vendrá una ola de estupros, adulterios, perjurios, pecados contra natura…”.
Esto y muchas cosas más nos ofrece esta novela negra, con dejos neogóticos y posmodernos, en la que los excesos sexuales son secundarios frente a tres asesinatos dentro del campus en la Universidad de San Marcos, durante el infausto gobierno de Fujimori, pero que nada tienen que ver con el “Chino” ni su guerra sucia.
La bifurcación tempoespacial, tan de moda en estos días, nos lleva a la Salamanca de hace tres siglos y a la Lima de los noventa.
En el Vaticano Chico, como se conoce a la ciudad del Tajo, el bachiller Avenario Calatrasto intenta descubrir la circulación de la sangre con cuerpos vivos a los que asesina de a pocos, encubriendo sus métodos con sociedades secretas perseguidas por la Inquisición, de cuyo hostigamiento tendrá que huir al Perú después de hacer importantes descubrimientos para la medicina, que describe en secretos codicilios, algunos heredados de su maestro.
En Lima el decano de la Facultad de Medicina aparece asesinado en su despacho de un tiro, un caduceo en la frente, la lengua mutilada y los ojos vaciados. Todo indica que la secta secreta ha revivido y lo ha ejecutado en una orgía ritual de sangre.
Eduardo, estudiante de medicina que de noche se prostituye con hombres y mujeres, descubre el cadáver y decide seguir la pista impulsado por Gustavo, un periodista homosexual que termina de exitoso presentador de televisión. Eduardo está enamorado de Valeria y también de Gustavo. Al profundizar las investigaciones ocurren los asesinatos de gente relacionada con el caso del decano y el narrador se da el lujo de descubrir al asesino 30 páginas antes de terminar su historia.
Quién anda tras de todo esto: ¿traficantes de órganos? ¿científicos locos, casi nigromantes? ¿amigos enfermizos de la ciencia? ¿universitarios, chicos y chicas, que pagan el peaje de una profesión con el sexo consentido o cobrado? Todo un bestiario de seres con doble vida, amparados en la nocturnidad para sus desbordes o sus carencias. El autor no se corta, describe con frialdad y naturalismo, la deprimente realidad de seres escogidos por el morbo, la amoralidad y el sino trágico. Un thriller bien escrito, inquietante y sin cortapisas.