Por
Fuente: La Primera, Lima 13/08/07
http://www.laprimeraperu.com/noticia.php?IDnoticia=2173
Destacado poeta de la generación del 60, galardonado con el Premio Nacional de Poesía (1971).
–¿Son los sueños realidad?
–Sí y no. Sí, cuando se entiende que provienen del subconsciente, donde forman un tejido complejo lleno de frustraciones, desamores, desencuentros, alegrías y desgracias interiores. No, si se entienden como realidad tangible, como hecho observable. Los textos están atravesados por zanjas que nos abre el subconsciente en la conciencia, con toda su carga dramática y misteriosa.
–¿Son verdades?
–No, son soledades, conflictos. No son "los caminos correctos o absolutos del ser humano". Tampoco coartadas o traumas. Son visiones internas, simbolizando (por ser ficción) la estupidez humana; es decir, la animalización del hombre en esta etapa globalizante, que en el Perú tuvo su arranque y punto más alto con el gobierno de Fujimori.
–¿Es posible literaturizarlos?
–En la medida en que trata de revelar esas zonas oscuras y misteriosas del hombre, no fue fácil. Hubo que trabajar mucho desde el punto de vista del pensamiento y rigurosidad de la palabra. Ningún libro me hizo trabajar tanto en lo verbal. Cuando lo leí después, me parecía sentir cierta influencia de Borges, a quien detesto, y solamente admito el nombre de tal personaje en un perro.
–¿Soñar es vivir o morir?
–Desde el punto de vista del libro es revelar algo: la soledad y el vacío del ser humano, la extinción de sus lados más humanos y sus raíces más profundas en el naufragio diario que vivimos. Por ejemplo, en el Sueño 12, el hombre vuelve a ser él cuando aúlla, después de haber sufrido inclemencias insoportables. Claro, eso no es vivir, tampoco es morir, es convertirse en un ser hondamente despreciable.
–¿Cómo sueñas debe ser el Perú?
–Como lo soñó Túpac Amaru, Vallejo, Mariátegui (no Haya, cuyos postulados son una estupenda farsa) y tantos luchadores y trabajadores. Como el Che quería que fuese América Latina y el mundo. Como lo sueñan tantos trabajadores que siguen luchando, no solamente por llegar a la Toma de la Bastilla, sino a la Revolución bolchevique que encabezara Lenin, que lamentablemente, se vino abajo como un muro. Entonces, ese sueño no está realizándose desde la alegría o el júbilo, como en los años 60, sino está dialogando y trabajando desde la desesperanza y la frustración. Es un sueño que no alcanzará a ver, pero seguramente mis nietos sí verán las hogueras fulgurantes del socialismo.
Datos
Según asevera el poeta Juan Cristóbal: “Los sueños son un lenguaje marcado por la lluvia, el sol, el viento y los caminos”.
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