Por Pedro Escribano
Fuente: La República, Lima 11/08/10
http://www.larepublica.pe/archive/all/larepublica/20100811/32/node/283298/todos/11
Peruanista italiano Ricardo Badini acaba de publicar libro inédito de autor puneño. Resurrección de los muertos fue hallado en Nueva York en poder de los herederos del escritor. La obra permitirá conocer mejor El pez de oro, gran libro del autor.
El profesor peruanista italiano Ricardo Badini escribió en el buscador Google “Fedor Peralta”. El rápido resultado arrojó una dirección y un teléfono en Nueva York. Llamó. Le contestó Fedor Peralta, uno de los hijos de Arturo Peralta o “Gamaliel Churata”, el gran autor de ese formidable libro que es El pez de oro.
Así Badini, con tan solo teclear “enter” –milagros de la tecnología–, se puso en contacto con los herederos del fundador del grupo literario vanguardista puneño Orkopata y Boletín Titikaka. Después, cuando tuvo las condiciones, llegó donde Fedor, quien guardaba un viejo baúl que contenía inéditos de “Churata” como poemas, cuentos, teatro y entre ellos, el original de Resurección de los muertos, un libro singular que acaba de publicar con un estudio del mismo y que ha sido editado por la Asamblea Nacional de Rectores.
Ricardo Badini es un estudioso interesado en la literatura hispanoamericana. Cuando era estudiante en la Universidad Studi di Cagliari, estuvo bajo el magisterio de Antonio Melis. Lecturas del poeta Oquendo de Amat –a quien ha traducido–, Guamán Poma y sobre todo Arguedas lo acercó a la literatura peruana. En ese universo, en los años 90, conoció la obra de “Gamaliel Churata”.
“En varios textos, él habla de sus inéditos. El asunto era buscarlo, se me ocurrió ingresar a internet y los encontré. En mi trabajo me ayudaron todos los amigos peruanos. Fedor y su hermano Amarat fueron generosos. Amarat desocupó a sus hijos de su habitación para hospedarme a mí. Esos gestos nunca terminaré de agradecer”, expresa Badini.
Resurección de los muertos está escrito en forma de diálogo, en el que el “Profesor Analfabeto”, alter ego de “Churata”, interpela a Platón en una audiencia planetaria y trata de convencerlo de la grandeza de la cultura andina.
–¿Qué aspecto capital halla en Resurrección...?
–Un aspecto fundamental de “Churata” es que él se asume a sí mismo como un ser clave por ese cruce de culturas como ocurrió con Guamán Poma de Ayala, Dante, Homero. Y marca un antes y un después. Es decir, alguien que se pone en un momento en la historia y trata de acabar con lo que hay de tradición para crear algo nuevo. Tenía esa actitud titánica. Trata de hacer una nueva síntesis del conocimiento humano, diría una nueva enciclopedia.
–¿Cómo es su escritura?
–En este caso, Resurrección… es distinto que El pez de oro. El pez..., por algunos datos, es más vanguardista, completamente agenérico. En este texto se somete en alguna forma a la lógica discursiva porque escoge el diálogo filosófico en el que el personaje, el “Profesor Analfabeto”, se enfrenta a Platón. Además, con todos los códigos de la ironía andina trata de humanizar a su interlocutor. Le dice Plato, le dice chua, que es plato en quechua. Le dice chuita, o sea platito. Utiliza una serie de formas de juego para convencer a Platón de que hay inventos filosóficos que han apartado al ser humano de su raíz animal, de la posibilidad de estar dentro sí mismo o en la naturaleza. Crea una idea de vacío, distingue esencia y sustancia. Su ser andino se opone a la idea de muerte.
–Dice: la muerte es mentira.
–La cultura andina está orientada hacia el pasado más que la occidental. En la cosmovisión andina los muertos están debajo de la tierra como semillas. Así los muertos propician la fertilidad del terreno, pero también el porvenir. Toma esta visión y la traslada, con un salto muy audaz, del plan psicológico al plan biológico dentro del ser humano. Así, los antepasados, en forma de genes, están dentro de los vivos. Así, el ser humano no es un individuo, sino una colectividad.
–¿Ironiza para detractar a su interlocutor?
–La ironía no solo viene del “Profesor” con respecto a Platón, sino también de las voces que son lo máximo de una forma de ironía popular. Es un sarcasmo de 360 grados en la que el mismo “Profesor” está dentro. Esos códigos burlescos que están en todas las culturas y que es la forma de poner a prueba al extranjero para después familiarizarse con él.
–¿Quién era “Churata” para asumir tareas titánicas?
–Era un lector omnívoro y sobre todo autodidacta. Eso le permitió ser antiacadémico de una visión cultural de 360 grados. Mucho de lo que él cita está en el almanaque Bristol y Reader’s Digest. Era una antena. Percibía el contexto y lo reinterpretaba a través de sus códigos culturales andinos.
–No lo entendieron en su tiempo ni mucho después.
–No, era demasiado moderno. Es un escritor que vino del futuro. Tenía una capacidad de desmoronar todo. Lo que más me ha enseñado es lo importante de hacer un vacío dentro de uno mismo para escuchar a otras culturas, para oír a las otras voces. Es un poco la deconstrucción, aunque no la derridaniana, que también está en este texto, sin embargo realmente lo valioso, recalco, es la capacidad de hacer un vacío en la estructura de nuestro pensamiento y con ello escuchar las otras voces. Ahora con eso no estoy diciendo que “Churata” es indigenista, No lo es. Yo también estudio la literatura indigenista y el encontrar ese vacío del autor me ayuda a escuchar la voz indígena.