Por Pedro Escribano
Fuente: La República, Lima 24/12/07
Ernesto Toledo es un periodista que se ha echado a indagar el tema de la música en Mariátegui. Acaba de publicar Mariátegui y la música de su tiempo. Cuatro ensayos históricos sobre la influencia musical en el Amauta (Ed. San Marcos). El resultado de sus estudios no es un concierto a favor del Amauta. Según Toledo, el autor de 7 ensayos no sintonizó la música peruana, ya sea la que provenía de nuestro folclore o de la música criolla costeña.
–En la "edad de piedra", Mariátegui no era marxista, ¿escribía sobre música?
–Sí. Escribe crónicas acerca de zarzuelas, operetas, pero no destaca la música, sino el espectáculo, tales como el de Norka Rouskaya, Anita España, Paquita Escribano y Tórtola Valencia. Se aprecia un afrancesamiento en sus gustos y manifiesta cierto desprecio hacia la música costeña, criolla peruana.
–¿En Amauta escribe sobre música o sigue excluyente?
–No escribe. Sus gustos eran distintos al de los sectores populares de nuestro país. Lo que advierto es que en Amauta y Labor él reconoce sus limitaciones, por lo tanto permite que sean otros los que escriban, por ejemplo, sobre el charleston, el yaraví, el huayno, etc.. Uno de los poquísimos artículos que escribe es "Música y folclore", en 1928, en el marco de las fiestas de la Pampa de Amancaes.
–O sea, Mariátegui es indigenista y aun así no escribió sobre música de filiación indígena?
–En 7 ensayos solo una vez escribe la palabra 'música' y es para referirse a la poesía de Eguren.
–No penetró al alma musical de la cultura peruana..
–Y no solo eso, sino permitió que María Wiese, esposa del indigenista Sabogal, no escribiera sobre música peruana, sino en su columna "Novedades ortofónicas" recomendara la adquisición de discos de música foránea cuando ya existían discos de música peruana.
–O sea, nada con el folclore...
–Pero curioso, solía decir, parafraseo, al hogar de Amauta llegan una serie de músicos, entre ellos el conjunto ancashino o el artista de Huarochirí... "La Rondalla de Piura" estuvo en su casa en 1929 para festejar la llegada de Waldo Frank.
–¿Y con el criollismo?
–También fue vago. Y es algo raro, sobre todo si sabemos que la mayoría de los compositores de música criolla son de extracción obrera, sector muy organizado.
–¿Y sintonizó las letras de Felipe Pinglo?
–Aparentemente quien sintonizó fue Pinglo a Mariátegui y no al revés. Pinglo para Mariátegui pasó inadvertido. Lo que hizo Pinglo fue testimoniar las frustraciones de la clase trabajadora.
–¿Y Mariátegui no capitalizó esta música?
–No capitalizó el arte obrero en general.
–Los artistas populares no fueron escuchados musicalmente por Mariátegui?
–No fueron escuchados, no existe ningún testimonio, artículo que dé cuenta de eso. Incluso cuando Jorge del Prado hace un libro de la fiesta de la planta, que era en Ate-Vitarte, y se refiere a Mariátegui, señala que lo que escuchan los obreros allí era "La Internacional", "Los hijos del pueblo" y "Banderas rojas". Algo bastante raro, la gente del pueblo quiere música de alegría y escuchaba eso.
El dato
Pueblo. En 1929 Mariátegui recibió a Waldo Frank en su casa con música de "La Rondalla de Piura", del maestro Juan Requena.