Por
Fuente: La Primera, Lima 10/08/07
http://www.laprimeraperu.com/noticia.php?IDnoticia=1937
La última novela de Teresa Ruiz Rosas la consagra de modo singular.
–¿Cómo defines tu oficio?
–Es búsqueda incesante de un lenguaje que me permita expresar lo que quiero contar. Una actividad que satisface mis inquietudes creadoras, por encima de cualquier otra. Una labor que me ha exigido renuncias importantes: nunca sabré si han valido la pena o no, pero me han conducido donde me encuentro.
–¿Por qué esta novela?
–Conocí a la persona que me inspiró, cuya tenacidad en una lucha desigual, absurda, sin embargo, digna, me fascinó y conmovió. En el camino fui dándome cuenta que esos hechos removían experiencias propias y ajenas sobre las cuales quería llegar a narrar. Y por dejar testimonio sobre algunos autores significativos pero olvidados, tempranamente desaparecidos.
–¿Respecto a técnica moderna?
–En la medida que mezcla realidad y ficción en una trama que no siempre señaliza el paso de una a otra, sino con el registro mismo del lenguaje.
–¿Cómo han respondido tus lectores?
–Con una generosidad y lealtad que me estimulan. Mi novela El copista tuvo una acogida de crítica inesperada, me dio mucha alegría y confianza en mi aventura literaria.
–¿Cómo se escribe una novela?
–La falaz posteridad me condujo a investigar sobre los personajes históricos que aparecen, como Brecht. Fue un proceso que me llevó a descubrir las bambalinas de obras de ficción. Para transmitir opté por una estructura de contrapunto inventado, introduje elementos de oralidad y collage. A más, claro, del ahínco, la obsesión, la autocrítica.
Dato
Teresa Ruiz Rosas, con La falaz posteridad, revela no solo madurez sino oficio para narrar magistralmente.