Por Tomacini Sinche López
Fuente: Expreso, Lima 30/08/06
Conversamos con el narrador Gustavo Rodríguez, quien ha publicado recientemente el libro de cuentos "Trece mentiras cortas" (Alfaguara).
-¿Qué es escribir para ti?
(Risas). Es una excusa para mentir impunemente.
-¿Eres un buen mentiroso?
(Risas). Sí. En general mentimos por dos razones: por miedo a ser rechazado y porque no nos gusta la realidad que enfrentamos. Escribo por ambas razones.
-¿De qué manera tu trabajo de publicista te ayuda al escribir?
Creo que es al revés. Mi función de narrador me ayuda como publicista. Durante mucho tiempo pensé que era un publicista que se había puesto a escribir, cuando en realidad siempre fui un narrador y la publicidad era mi medio para narrar.
-Vuelves al cuento tras dos novelas, ¿extrañabas los cuentos?
Sí. Después de mi última novela sentí que necesitaba volver al cuento. El deseo se sustenta en la carencia. Ese es el gran dilema humano. Cuando tienes algo, extrañas lo que no tienes.
-Encuentro en "Trece mentiras cortas" una fórmula narrativa que se repite constantemente, ¿no te parece demasiado efectista?
En realidad sí hay una fórmula que ensayé para este libro. No sé si sea efectiva o efectista. Hay gente a la que le puede gustar como a la que no.
-Usar una fórmula en uno o dos cuentos es válido, pero en casi todos...
(Risas). Puede ser, ¿no? Estos cuentos se acumularon en una época determinada y tanto a mí como a la editorial le parecieron un conjunto armónico.
-Demasiado armónico...
De repente se le puede acusar de eso. No te diré que no. Puede que tengas razón. En su momento no me pareció y ahora que lo dices lo voy a considerar para futuras publicaciones.
-Otro detalle que noté es que casi todos los cuentos están narrados en primera persona...
Salvo un par, claro. Te agradezco este tipo de preguntas porque me ayudan a poder entenderme. Ahora que me cuestionas, me doy cuenta de que algo que une a estos cuentos son vivencias personales. El título se refiere a verdades dramatizadas o exageradas de sucesos de los que me tocó ser testigo o que recaudé de primera mano.
-¿Cómo te ves como escritor?
Creo que esa pregunta debería consultarla con mi terapista, porque la verdad no me he puesto a pensar hacia dónde voy. Sólo estoy tratando de entender en qué estoy ahora. Como escritor uno se alimenta de la experiencia y de la coyuntura. Uno evoluciona como escritor pasando por relatos breves como aprendizaje, luego por temas de relaciones de pareja y por temas de coyuntura nacional.
-¿Te incomodan las críticas?
No. Son legítimas. Soy conciente de que nunca escribiré algo que le gustará a todos.