Por
Fuente: El Comercio, Lima 03/02/08
http://www.elcomercio.com.pe/edicionimpresa/Html/2008-02-03/aventura-extrema.html
La madurez poética de Marcela Robles, patente en la selección "Polvo de ángel" (2000), se ve confirmada en "HighWay", vocablo inglés que significa 'carretera ' (es decir, un camino de alta velocidad, libre del tránsito lento de los conglomerados urbanos), pero que, también, conforme lo hace notar Robles en una entrevista a Francisco Melgar Wong, consta de dos palabras ('high', alto, y 'Way', camino): "Este libro es una especie de 'road movie', una suerte de viaje por tierra. Al mismo tiempo, también podría ser la antítesis de 'Altamar', un libro de poemas que publiqué en el año 91 y que fue un viaje por mar. Recuerda que en español 'highway ' significa 'carretera ', pero también puede leerse como 'alto camino'. (El Comercio, Lima, 16-XII-2007).
La posibilidad de leer "Alto Camino" se ve subrayada por la opción gráfica adoptada para el título del poemario de Robles, claramente escrito en la carátula, la portada, el copyright y la contratapa del siguiente modo: "HighWay". El nexo con Altamar (mar adentro, alejado de la orilla, con riesgos de zozobrar) invita a captar Alto Camino como tierra adentro, como ruta alejada de lo rutinario, búsqueda con todos los riesgos y los tesoros de una aventura en pos de la plenitud vital, no importa si a solas, si en el desierto. El vínculo se ve reforzado porque en algunos poemas de "HighWay" emerge la imagen de la travesía marina: "Camino a Bakú", "Cirugía extrema" (un poema que contiene una de las imágenes más inolvidables del libro: "Mi corazón abierto solicita una prótesis / Un tubo de metal que mantenga mi sangre fluyendo / Hacia ti" (p. 21) y las olas-playas-islas mencionadas en las secciones "(S)olas" y "Retro visor". Claro que el imaginario dominante y vertebrador es terrestre, una alta-ruta, un camino-desierto sin frenos.
Las alusiones más sutiles tienen que ver con el fluir de la poesía como una búsqueda-aventura hacia lo desconocido (lema de Baudelaire). Nacida de la inspiración, conduce a Marcela Robles haciéndola noche ("noche oscura" de entrega al misterio de la poesía), delicia interior, vacío de lo útil y lo racional: "Sigo su curso reclinada a sus pies / Me dictan un idioma que jamás comprendo / Árbol de la lengua / Criatura / Estás en mí porque te acoso hasta encontrarte / Y me mata saber que esta noche no vendrás" (p. 61). Memorablemente, le gustaría que la inspiración llegara desnuda, sin hojas del árbol de la lengua (cual las hojas de parra del Edén): "Sueño con el sueño de verte aparecer desprovista de hojas / Y me cuesta la vida" (p. 61). Una vida en trance de alta poesía.