Diego Otero
"Paradójico, el tiempo cierra heridas, pero también deteriora"

Por Pedro Escribano
Fuente: La República, Lima 04/03/05

"El tiempo/ es una cosa que ríe/ como un lobo", escribe el poeta Diego Otero en su reciente libro titulado Temporal. Su reloj de pulsera y de aguja parece confirmar la amenaza de sus versos. Otero publica Temporal después de Cinema fulgor, poemario que dio a conocer hace seis años y que mereció el reconocimiento de la crítica. "Ahora he podido publicar gracias a Ediciones Solar, editorial que, como pocas, apuesta por los escritores cubriendo todo en la edición", explica Diego.

Temporal es un poemario tenso cuyo lenguaje poético nos enrostra la conciencia de nuestro entorno y la precariedad en nuestra vida y destino.
 

-¿El tiempo es esa rueda grande e indetenible que avanza imperdonable hacia nosotros?
-Así es. Creo que el tiempo es consustancial a todos los seres humanos. En mi caso también tiene que ver con una cosa muy privada, como el haber cumplido 30 años, Empiezo a sentir que ya no estoy para perder el tiempo.

-El libro tiene otro dato. El sentido de la transitoriedad.
-Sí, esa es una preocupación más intelectual. Vivimos una cultura en la que nos educan para creer que somos trascendentes cuando en realidad somos transitorios. Nuestro mundo, nuestros afectos son transitorios. En ese desfase de nuestra educación trascendentalista y la realidad transitoria es que trato de ubicar el sentido de libro.

-Tu poemario presenta ancianos. ¿Simbología del tiempo?
-La ancianidad como el símbolo más evidente y concreto de lo que es transitorio y perecible. Otra idea que me interesa del tiempo es lo paradójico: si bien el tiempo cierra heridas, al mismo tiempo deteriora, destruye.

-Esta vez tu lenguaje poético se hace narrativo.
-Me interesa hacer una poesía que diga cosas.

-¿Llenar de contenido las palabras?
-Que la belleza, la emoción esté en el contenido, que la forma esté dada por el contenido.

-¿Crees que esa es una preocupación de los poetas jóvenes?
-Me parece que muchos, no digo todos, están buscando salidas por el lado formalista, el experimento por el experimento, incluso por parricidas.

-Los poetas jóvenes por naturaleza son parricidas.
-Sí, pero ahora hay un parricidio snob, matar por matar. Por ejemplo, quieren matar a Antonio Cisneros solo por matarlo. Creo que primero deben entender cuál es el valor de la poesía de Cisneros. Después mátenlo con poesía, con poesía mejor que la de él; los reto. Eso han hecho los grandes poetas, matar con mejor poesía y no con vituperios.

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