Fernando Iwasaki
La Historia es una fuente de ficción La Historia es una fuente de ficción

Por Pedro Escribano
Fuente: La República, Lima, 31/7/05

Era objeto de la ciencia. Los sabios y doctores escribían libros y tratados. Todos andaban a la caza del neguijón, que según las mentes más lúcidas del Siglo de Oro, era el escurridizo gusano que cariaba los dientes, causaba los grandes dolores y convertía la boca en muladar. Ese gusano imaginario sirve de pretexto a Fernando Iwasaki (Lima, 1961) para ofrecer una mirada sobre la cultura barroca de esta época. Neguijón (Ed. Alfaguara) es la novela y el protagonista Gregorio Utrilla, un sacamuelas que llegó al Perú desde Sevilla, España.
 
-¿El historiador que hay en ti sigue siendo el informante para tus ficciones?
-Sí, lo que ocurre es que cuando estudié Historia, lo hice también con la idea de hacer ficción. El primer cuento que publiqué, que obtuvo una mención honrosa en el Copé en los años 80, era un cuento histórico. La Historia es una fuente de ficciones, y creo que no solamente en el Perú, sino en general en América Latina, con una ambición literaria distinta a lo que hoy en día está de moda cuando se habla de novela histórica, que son las novelas sobre templarios o sobre quienes descifran códigos. 
 
-¿Lo tuyo es la historia cotidiana?
-Hay una historia de la vida cotidiana que en los últimos años ha tenido mucho predicamento. Este libro iba originalmente a formar parte de una tesis doctoral donde a mí me hubiera gustado hablar de lo maravilloso e imaginario de una Lima colonial, en la que los procesos de inquisición y los procesos de santidad y otros fenómenos, se entremezclaban originando un mosaico delirante. La intención era estudiar la mentalidad que había en la Lima colonial, España y Europa, en general.
 
-¿El proyecto se desplazó al terreno de la ficción?
-Sí, lo que iba a ser un estudio de la mentalidad, se convirtió en literatura, una novela sobre la dentalidad. El neguijón y el dolor son un pretexto para poder reconstruir esa mentalidad barroca. 
 
-Lo delirante es que la ciencia, incluso la fe, estaban abocadas en la caza de un gusano imaginario.
-Sí, una ciencia que era medio superchería, superstición y magia, medio empirismo. Cuando uno lee a Galeno, Paracelso, a los médicos de la Edad Media y del comienzo del mundo moderno, uno se encuentra con cosas que hoy no se llamaría ciencia. Pensar, por ejemplo, que los granos y las verrugas, eran seres vivos y que recorrían cual aliens nuestro cuerpo. 
 
-Incluyes una bibliografía.
-Yo prefiero llamarla biblioteca porque un hombre culto del siglo XVII podría haber tenido todos esos libros en su casa. Era curioso, ser un hombre culto y al mismo tiempo tener la cabeza llena de disparates y supercherías.
 
-¿Gregorio Utrilla existió realmente?
-Sí, era un barbero que llegó al Perú con el séquito del príncipe de Esquilache. Él y su parentela toman el oficio de sangradores y sacamuelas. Juan del Valle Caviedes en El diente del Parnaso habla de los Utrilla. El desaparecido historiador Guillermo Lohmann Villena da cuenta de ellos en un libro que editó el Banco de Crédito.
 
-Tu libro se engarza bien con la época del Quijote.
-Neguijón toma la coartada del dolor y los dientes para hacer un viaje por la literatura del Siglo de Oro y sus autores menores. También es un homenaje a Cervantes, que el cuarto centenario del Quijote, pasa inadvertido. Todo es el Quijote, pero nadie de habla de Cervantes. Los ingleses no hablan de Hamlet sino de Shakespeare, los alemanes no hablan de Fausto sino de Goethe.
 
 
El Código da Sinchi... Roca
 
El tema de historia está de moda, pero Fernando Iwasaki quiere salvar diferencias de aquellos relatos y novelas en las se entretejen códigos secretos, caballeros templarios, agente de la NASA y otros que desvirtúan el carácter histórico de la novela. A propósito de ello, irónico, propone que aquí debe escribirse El Código da Sinchi...Roca, en alusión mordaz al Código da Vinci, de Dan Brown. "Yo creo que para que la gente tenga clara la diferencia de la novela histórica que está de moda y la novela histórica que se escribe en el Perú y América Latina, yo digo que tendría que hacerse una novela de arqueólogos templarios excavando al pie de la Portada del Sol y que descubren un fragmento de un medallón que tiene un mapa, pero en ese momento son capturados por agentes de la CIA porque la NASA tiene la otra mitad del medallón, etc. Ahora, ¿la gente va a creer que eso es novela histórica? No, eso es un disparate, eso es Indiana Jones llevado a sus más delirantes extremos.
 
-¿Y qué escribes ahora?
-Investigo para una novela sobre lo que fue la inmigración japonesa al Perú.
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