Poemario póstumo del recordado vate de la generación del 50. Poemas están acompañados de fotografías inéditas del poeta y sus padres.

 

El recordado poeta Pablo Guevara siempre anunciaba a Mentadas de madre como el poemario más suyo, el que le venía de adentro, con historia familiar y todo. Guevara murió hace dos años, y ahora el Fondo Editorial de la U. de San Marcos acaba de publicar el referido poemario. Como él quería, los poemas están acompañados de una serie de fotografías inéditas en las que se ve al poeta cuando era niño, y otras en las que presenta a sus padres, sobre todo a doña Juana Miraval Carranza, su madre.

 

El libro fue escrito a finales de los años 70 y a principios de los 80, y está dividido en dos partes: "Libro primero" y "Libro segundo"; los poemas están presentados como cartas.

 

El título del poemario Mentadas de madre entraña dos sentidos. En primer lugar, el de nombrar a la progenitora, el de mencionarla, muchas veces en vocativo: "Tú pasas, Madre, y no pasa nada/ –sumida como en tu sueño tú pasas sin un alarido...". (Pág. 135). En segundo lugar, Mentadas de madre, por el coloquialismo que maneja el vate, parece expresar más bien la indignación e inconformidad con el mundo que recuerda y rodeaba, que bien podía arrancarle una mentada de madre: "Son capaces de matar o asesinar (...)/ no les quepa la menor duda... ha sucedido/ tantas veces... ha sucedido en el siglo veinte.../puede ser HOY también... más genocidios/ ASÍ ES EL PODER...". (Pág. 45).

 

El poemario es un torrente en el que corren las visiones y la memoria no solo de la familia, sino también la que observa cómo, con abusos, se ordena el mundo: "No, ahora no son balas ni mastines menos/ negociaciones en curso de acción... ¿OK?.../ SON BOMBAS DE DEMOLICIÓN/ BOMBAS DE PROFUNDIDAD cayendo/ como lluvias de ellas por toneladas en sucesivas noches de noches días de días de los cielos. (...) (Pág. 38).

 

Pero en el libro también gravita la visión de Lima, la querencia del barrio y de la familia. Se describe Barrios Altos, Barranco y Breña. "El Pizarro era un cinema en la plaza Italia casi/ al centro de Lima en el ojo del huracán/ un rey de los cines de los Barrios Altos. (...) (Pág. 54).

 

En los poemas también ronda la muerte: "Y ya estás oscura oscura oscura/ sumergida en lo oscuro surcando en las aguas tus tinieblas de oscuro.../ sin pausa ni medida. (...) (Pág. 139).

 

Y al final del último poema, como "A mi hermano Miguel" de Vallejo, Guevara escribe: "Regresa pronto (Jean) o espéranos.../ que algún día tal vez pronto... yo también/ me iré a la carrera". (Pág. 152).

 

Y seguro el poeta, para atemperar la densidad del poemario, quiso también incluir como apéndice una curiosa nota de cuando era alumno del Salesiano: "El alumno Jaime Guevara viene habitualmente tarde, su comportamiento no es del todo ejemplar y está atrasado en matemáticas, inglés y dibujo. Firmado. Lorenzo Rosa".

 

Guevara nos la dejó acaso para reírnos de la muerte. 

Carta doce

(Fragmento)

 

¡Y ahora, madre, te vas quedando hueso y pellejo!

tu columna vertebral afilada como un cuchillo o una quilla

herrumbrada – ya no eres más como el long-long cruiser o el 

paquebot ese de los veranos de luxe de mi infancia…

 

ni el bote a remos que un día paseó a tres maridos juntos

–a Mi Padre querido / a don Eulogio (padrastro querido)

/y a Jesús Cristo despatarrado dormido entre ellos…

 

Perfil

Pablo Guevara. Nació en Lima, en 1930. Murió el 1º de noviembre del 2006. Perteneció a la llamada Generación del 50 y publicó, entre otros poemarios, Hotel del Cusco y otras provincias del Perú, Retorno a la creatura, Crónica contra los bribones y La colisión ópera marítima en cinco actos, que ganó el Copé de Poesía 1999.