César Bolaños
Un arqueólogo del sonido

Por Miguel Ángel Cárdenas M.
Fuente: El Comercio, Lima 23/01/08
http://www.elcomercio.com.pe/edicionimpresa/Html/2008-01-23/un-arqueologo-sonido.html

César Bolaños es un pionero de la música electrónica en el Perú. Pero si hasta los años 60 quiso estar a la vanguardia, luego se convirtió en el precursor de la arqueomusicología. Acaba de publicar un libro sobre todos los instrumentos musicales prehispánicos.

Arduo para investigar, raudo para imaginar y fatuo para empeñarse: así era cuando componía música electrónica. Pero César Bolaños abandonó la creación experimental a los 47 años y dirigió sus tres cualidades consecutivas a la arqueología musical. Y dejó plantado al futuro para esperanzarse en el pasado: Bolaños viajó a los rincones más inusitados del Perú.

Podía estar en el asentamiento arqueológico de Morado Chayuc en Ayacucho o en El Algarrobal de Ilo, Moquegua, revisar la colección Óscar Rodríguez Razzeto de Pacasmayo, perder la noción del viento en el museo de sitio de Sechín o darle viento al viento en el Templo de las Manos Cruzadas en Kotosh: Para la historia musical andina este monumento es importante porque en él se descubrió uno de los más antiguos instrumentos musicales: un silbato muy pequeño de hueso que data de más de 3.000 años a.C., así como algunos silbatos de barro que al parecer fueron usados para cazar o hacer algún tipo de señales.

La cerámica fue evidencia imperecedera para este estudioso musical; por ejemplo, cuando analizó los chalchalchas: las sonajas metálicas que los guerreros moches llevaban en el cinto para que, al atacar, provocaran un estruendo animal. Su trabajo documental de décadas se acaba de publicar en un libro, "Origen de la música en los Andes", que seguramente será una puerta de museo abierta para los investigadores del pasado, en el futuro.

¿Cómo se convierte en arqueomusicólogo alguien que era un compositor futurista?
Mi vida es complicada, muchas cosas hicieron que cambiase y dejase la música. En realidad yo me dediqué a ella desde niño hasta los 47 años.

Leí que su abuela tocaba piano en el cine mudo.
Yo no conocí a mi abuela, pero me hubiera gustado conocerla. Ella murió en 1924. De ella supe por las partituras que le dejó a mi padre y que mi padre me dejó a mí. Los dos tocaban en el cine mudo. Cuando falleció mi abuela mi padre siguió haciendo música en D'onofrio, pero todo acabó cuando apareció el cine parlante. Y formó una fábrica de tejidos, se volvió comerciante. Él me enseñó a tocar piano a los 9 años, pero cuando vio que mi entusiasmo era demasiado grande ya no quiso enseñarme.

¿Por qué?
Pensaba que me moriría de hambre y ahora veo que tenía cierta razón... Pero mi interés era tan grande que me matriculó en el conservatorio. Y fui pianista. Y presenté a los 20 años mis obras musicales con Édgar Valcárcel, Francisco Pulgar Vidal. Una de mis obras la tocó la Sinfónica y, como la cosa estaba difícil, me fui a Estados Unidos, cinco años estuve allá.

Sé que fue de lavaplatos...
Sí, pero logré ingresar al Manhattan School of Music en 1959 y, como ya antes estaba interesado en la electrónica, ingresé a RCA de Nueva York, que en ese momento era la vanguardia. Hasta que llegó el compositor argentino Alberto Ginastera, quien estrenaba un concierto para piano. Y nos dijo, a Valcárcel, que también estaba por allá, y a mí, que presentemos algo para el Instituto Torcuato Di Tella. Después nos escribió para darnos una beca y nos fuimos a Buenos Aires.

Y allí se dedicó a estudiar la relación de la música electrónica con las matemáticas.
Conocí al matemático Mauricio Milchberg, con él trabajé la relación entre los números y la música, el punto de vista matemático con aplicación de las computadoras.

En esa época las computadoras eran del tamaño de un cuarto.
Eran gigantescas, se usaban tubos de vacío. Yo estudié electrónica cuando recién se estaban usando los transistores, las reglas de cálculo. Ahora han aparecido los microchips, que han hecho que lo que necesitaba un cuarto sea reducido a un espacio pequeñísimo. Era la prehistoria de lo electrónico, con trabajos aleatorios con estas computadoras. Y a través de la mutación surgieron Esepco 1 y 2 en 1970 (Nota del redactor: eran la siglas de estructura sonoro expresiva por computación". La primera fue un recital para piano y recitador-mimo-actor y la segunda era un "homenaje a las palabras no pronunciadas" para piano con dos ejecutantes y cinta). Yo lo que quería era expresar lo que sentía a través de los medios de los que en ese momento disponía.

Usted era lo que ese momento llamaban "de ideas de avanzada" y en Buenos Aires tuvo problemas con la dictadura. Por eso volvió al Perú...
Sí, cerraron el Di Tella y estuve dos años en la calle, sin trabajo. Tuve que dedicarme a hacer reparaciones electrónicas con angustia. Vine al Perú en 1973 gracias a una gestión de Martha Hildebrandt, para trabajar en el INC. Tenía que hacer promoción cultural, pero antes tenía que haber investigación. Y esta me exigía recorrer el Perú. Y viajé a Puno, a la selva, al norte. Todo esto me llevó a investigar, observar, estudiar, buscar. Y del INC pasé al museo de arqueología de Pueblo Libre, donde conocí a Lumbreras. Y me encontré con una riqueza grande de música prehispánica.

Usted declaró una vez: "Intentar dedicarse simultáneamente a la composición y la investigación es como querer tener dos esposas a la vez". Y usted cambió de pareja, por la investigación.
La vida me ha enseñado que a veces es mejor no casarse. Yo no me casé con la música y dije que me entierren con la música. Por eso, me interesó el pasado del Perú... ahorita estoy escribiendo sobre la relación de los músicos y la historia, desde lo prehispánico hasta la actualidad.

Uno de sus primeros trabajos fue sobre las antaras de los nascas, las flautas de pan y las botellas silbadoras de los moches.
Yo propongo en el libro dividir la región andina en tres partes. La parte norte, sur y central, que es una especie de tierra de nadie. Esta proposición está un poco en contra de muchos arqueólogos... pero yo pienso que hay que ver la diferencia entre la etnia norteña y la sureña andina.

En el norte están Chavín, Vicús, Moche, Chimú y Guayañape.
En mi libro no hablo solo de lo que hoy es el Perú, sino hasta Panamá y la Chorrera. Si uno quiere saber lo que ocurre en el mundo andino, tiene que desprenderse de las fronteras actuales, había otras divisiones territoriales. La influencia andina es patente, se nota desde Panamá hasta la Patagonia.

En sus trabajos habla sobre los bajorrelieves en la plaza circular del templo de Chavín, donde se vieron ejecutantes con trompetas de caracol marino.
Claro... A ver, cuando comienza el período Formativo es que recién el ser humano se establece en un lugar. Y en cuanto a instrumentos descubre que unos podían componer ciertos sonidos de la escala musical. Así encontramos que el primer instrumento creado por el ser humano sería la antara. Para hacer una quena, un silbato o hacer un hueco en un hueso o caña debías tener herramientas; mientras mejores herramientas tienes, mejores cosas haces. Para hacer antaras solo se necesitaban cañas, una escala determinada y punto, se ataban los tubos y se tenía una serie de sonidos que estaba en relación con el canto. La música viene del canto, no al revés. Comienzan a sonar los instrumentos porque el hombre quiere hacer los sonidos que producen al cantar.

Antaras se encuentran en todas las culturas precolombinas.
Sí, y en todas las culturas del mundo. Hay en Europa, en el África... Los hombres nascas copiaron en las antaras sus cantos.

En el norte, oí de unas antaras 'despellejadas' moches.
No, es una historia que se cuenta por las figuras que se ven en sus pinturas: que habían unos instrumentistas despellejados que tocaban antaras complementarias. Pero yo no creo que lo sean, porque además son cadavéricos. Para mí se disfrazaban para ritos de ultratumba. La música empezó sirviendo para ritos, ceremonias...

Leí que los de Vicús eran los primeros aficionados claros a la música y a la danza.
No, antes estaban culturas que están ahora en Ecuador... La particularidad del norte es que tuvo todo lo que es silbador. En sur, no hay huacos silbadores hasta mucho después.

¿Cuáles son las principales diferencias entre sur y norte?
Primeramente la forma. En el sur tienes trompetas, rectas, en el norte son curvas la mayoría. La comparación tiene que ver también con una serie de cosas que en la sierra han desaparecido con las lluvias. Estas son terribles y no han desaparecido en la costa, porque son menos terribles. En fin, a ver, los waris una vez que dominaron a los mochicas regresaron a su lugar. Y se llevaron muchas cosas. Por ejemplo yo he encontrado unas cosas en Ayacucho que eran evidentemente moches, como las botellas silbadoras. Después el modelo de tambores, que eran parecidos a los de Vicús. Pero siempre se ve que la forma de concebir que tiene el sur no es la misma del norte.

Hay un lugar común que identifica al norte con lo festivo y al sur con la tristeza.
Sí, eso existe, pero en el sur hay una tristeza que es diferente a la tristeza costeña. Lo mismo que la danza, son diferentes y no se puede negar. En el sur, cercanos a los waris, aparecen los chiribayas, que tenían zampoñas, comienzan otra forma de hacer antaras complementarias. Es un dato interesante que después de que los moches desaparecen las antaras complementarias del norte y aparecen con fuerza en el sur. Hay que investigar.

Pero también está el centro. Usted la llama zona intermedia y ahí estuvo la cultura Chancay.
Es zona de contacto, se da una imitación tanto del norte como del sur. Con los de Chancay se establece cierta forma, pero antes era una tierra de nadie en la música.

Pero si hay algo que unifica, según usted, es que música, danza y fiesta no se pueden separar en el Perú desde esas épocas.
Así es. No he visto en el Ande nada que se baile si no hay fiesta, o que solo se escuche. Y seguramente en lo prehispánico haya sido igual. Y todo tenía relación con alguna festividad, un rito, con algo pasado.

¿Y para quedarnos en el presente, sabe que la música electrónica es un 'boom' en el rock juvenil? ¿Ha seguido su evolución, ha escuchado algún pinchadiscos...?
Con los sistemas que hay hoy es como si uno se encontrara con plastilina, hace lo que quiere y mete los colores que sean. Y puede ser una forma de expresar el estado de ánimo, pero otra cosa es crear una obra de arte, que expresa lo que uno tiene dentro. Yo escucho en radio Filarmonía a medianoche un programa de música electrónica. Son, la mayoría, sonidos y temas, algunos interesantes, pero ahí se quedan. Y la música no es mostrar cosas interesantes, sino algo más.

Nombre: César Bolaños.
Edad: 77 años.
Trayectoria: Egresó del Conservatorio Nacional de Música de Lima y del RCA (Radio Corporation of America) Institute of Electronic Technology de Nueva York. Luego estudió en el Instituto Torcuato Di Tella.
Obras musicales: Es creador de piezas electroacústicas y collages sonoros que incluyen cintas magnetofónicas y computadoras: Ñacahuasu, Divertimento I, Intensidad y altura (basado en un poema de Vallejo), Cantata Alfa-Omega (basada en textos bíblicos para dos recitadores, coro teatral mixto, guitarra eléctrica, contrabajo, percusión, bailarines, cinta magnética, proyecciones y luces).
Libros: "La música en el Antiguo Perú" (1985), "Las antaras Nasca" (1988), "La música nacional en los medios de comunicación electrónicos de Lima Metropolitana" (1996). Y el actual "Origen de la música en los Andes". Instrumentos musicales, objetos sonoros y músicos de la región andina precolonial".
 

 

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