Por Américo del Campo
Fuente: Los Andes, Puno 11/10/09 http://www.losandes.com.pe/Cultural/20091011/28312.html
Mi comentario sobre la novela “La agonía de Kamachiq” de Jorge Flórez-Aybar, controvertida por la inusitada carga política que contiene, es el siguiente: Buena la prosa literaria, fluida y con los necesarios recursos técnicos inherentes al género, que incumben más a los críticos especializados. Unos que sustentan sus puntos de vista en los postulados de la literatura andina y otros que, con ojos glaucos de eurocentrismo, abominan de lo indígena.
A mí me interesa el contenido contestatario y político de la novela: la dispersión de grupos terroristas y la posición sui generis del personaje principal llamado Kamachiq ante el catastrófico fracaso del neoliberalismo y la inoperancia del marxismo que, a pesar de sus limitaciones ideológicas y partidarias, mantiene vigente su crítica anticapitalista.
Y así: Luego del derrumbe de los sistemas socialistas con excepción de Cuba singularizada por un socialismo originario, hay marxistas que todavía insisten en desaforadas consignas partidarias; otros se hicieron neoliberales con presunciones de haberse modernizado y evolucionado ideológicamente; hay también marxistas que participan de renovados y nuevos movimientos sociales urbanos y rurales y que aprenden de ellos prácticas de democracia participativa, liderazgo horizontal y otros puntos clave de la política contestataria en esta primera década del siglo XXI, en el Perú y otros países.; y otros, dieron un paso adelante haciendo suyos los principios del Socialismo Libertario. Ahí es que el novelista se vale de Kamachiq para proyectarse hacia mayores posibilidades ideopolíticas revirtiendo principios espirituales y profundizando la mirada en las raíces culturales andinas. ¿Por qué no una proposición política como la que asume Kamachiq? ¿Por qué no un Socialismo Libertario Mágico (Rodrigo Montoya)? Frente al cúmulo de mentiras acerca de manoseados conceptos sobre democracia representativa, PBI y todo el andamiaje demagógico de la derecha, surgen ideas renovadas de socialismo en manos de los movimientos sociales que se oponen al neoliberalismo. En estos movimientos contestatarios se activan mentes abiertas que acogen diversas propuestas para contrarrestar al imperialismo globalizado. Son nuevos tiempos en los que sin extremos violentos, los nuevos activistas de la política de izquierda, anhelan un mundo nuevo, de paz y justicia.
Pues bien, como recurrencia fatal de la historia, no sólo reaparecen personajes y hechos, sino, siempre, mentalidades y actitudes renovadas e incluso visionarias. Precisamente por esa espiral utópica, Kamachiq dirige su mirada a mayores escalones ideológicos y se convence de la necesidad de un socialismo libre, sin totalitarismos partidarios y aspira a un Socialismo Libertario y Espiritual. Identifica lo espiritual con el conocimiento y dominio de sí mismo, con la ausencia de egoísmo y con la entrega sincera al bienestar común. Valores espirituales y libertarios que asimismo los encuentra en la cantera humanista de las culturas ancestrales de América (Abya Yala) que defienden sus recursos naturales de petróleo y gas, el oro azul de sus ríos y el oro verde de la amazonía. Culturas que conocen esos valores con otras denominaciones y que apuntan a lo mismo: priorizar el bienestar común y no el bienestar individual que se basa en el egoísmo, proposición capitalista que, como se sabe, se hunde cada vez más en espiral decadente.
“La agonía de Kamachiq” sugiere desbrozar caminos trillados en el campo ideopolítico y contrarresta a quienes, valiéndose del ensayo y la narración, denigran al indígena e incluso proponen “modernizar al indio aunque se destruya sus culturas” (Mario Vargas Llosa) o analizan la realidad latinoamericana tomando en cuenta preferentemente el protagonismo de gobernantes antineoliberales (Jorge Volpi, escritor futurólogo mejicano) pero sin darle importancia a los trascendentales movimientos indígenas, profusamente estudiados por científicos sociales y periodistas de investigación como Raúl Zibechi autor de “Autonomías y emancipaciones – América Latina en movimiento”.
Prosiguiendo: La novela sugiere asimismo deslindar conceptos sobre la tan ponderada democracia formal, burguesa, occidental o representativa, con la que se llenan la boca intelectuales y políticos neoliberales; conduce a reflexiones, como por ejemplo, aclarar que el, para muchos, apetecido primer mundo es un charco de modernidad alienante que deshumaniza a la persona y la hace cada vez más ente consumista y pieza del engranaje económico que manipulan las transnacionales, destructoras de la vida en el planeta.
Estas y otras reflexiones puede motivar, según el interés del lector, “La agonía de Kamachiq”, colmada de ideas y sugerencias realistas enmarcadas dentro de ficciones mágicas y epilogadas con escenas de fantasía esotérica.